Comprobar la calidad del suelo de cultivo. Es indispensable el uso correcto y controlado de los fertilizantes y pesticidas siguiendo las listas de ingredientes activos permitidos en los mercados destino de la fruta.
Los equipos de fumigación y fertilización deben recibir mantenimiento y calibración periódica para asegurar que su funcionamiento y dosificación Sean en todo momento correctos.
El personal que labora en la huerta debe seguir las prácticas de higiene para evitar todo riesgo de contaminación micro-biológica y física de la fruta al cosecharla y manipularla para su correcto empaque en huerta y envío al empaque concentrador.
Limpieza y sanitización de la zona de empaque y almacenamiento de material de empaque en la parcela del productor.
El proceso de selección y empaque de la fruta por parte del productor debe realizarse siguiendo las normas de inocuidad, lo cual implica que el personal lleve cofia y cubre-bocas, desinfección de manos, etc.
El material de empaque debe estar limpio y llevar etiquetas o códigos de trazabilidad que permitan identificar el origen de la fruta así como la fecha de su cosecha.
El vehículo de transporte utilizado para mover la fruta empacada a el empaque concentrador debe estar limpio y libre de cualquier contaminación. Se debe garantizar que la fruta empacada no se contamine durante el trayecto de la parcela o huerto al empaque concentrador.